El «danger» del bongó
El actual desempeño de Carlos Danger Planas como percusionista en el Septeto Santiaguero, tiene su antecedente temprano en una de las expresiones más genuinas de la cultura santiaguera: la conga. A propósito, mientras formó parte en la categoría infantil de la agrupación de San Agustín, una de las más representativas de la ciudad de Santiago de Cuba, alcanzó algunos premios como intérprete del Quinto.
En el ámbito profesional antes de incluirse en el staff del Septeto Santiaguero Carlos incursionó en el Septeto Oriente y en el Conjunto Son de Buena Fe, experiencias que propiciaron aún más el arraigo y su formación en el panorama de la música tradicional cubana.
Danger es el integrante más joven del Santiaguero y en cada interpretación artística hace gala de su virtuosismo, sobre todo en los solos del bongó, con el cual materializa sus ideas musicales en pos de enriquecer la obra del Septeto. Al respecto comenta: “Sinceramente… en cierta medida, las cosas salen espontáneamente pero en otras salgo a buscar la manera de enriquecer los ritmos y entre más eso sucede la agrupación también se fortalece… ese es mi objetivo primordial.
“Pertenecer al Septeto Santiaguero es para mí una condición súper importante porque siempre me gustó su manera de hacer la música. Siempre los seguí, incluso, cuando todavía tenían por nombre Melodías del Ayer. Cuando era niño conocí muy bien a uno de los fundadores del Santiaguero y eso también me cautivó
“El nivel musical y lo que defiende este Septeto significa muchísimo para mi carrera artística. Es un orgullo defender el legado de nuestros antepasados…hacer que el Son prevalezca y seguirlo cultivando”.
Para quien ya se ganó el sobrenombre de Carlos Bongó estudiar la música en la mayoría de sus ratos libres es primordial; además de compartir tiempo con la familia, especialmente con su bebé. También le place muchísimo disfrutar de las mascotas y hacer deportes.